Cómo enseñar a los niños a manejar y ahorrar el dinero

Pocos padres pueden sentirse satisfechos si ven a sus hijos convertidos en unos adolescentes consumistas con baja capacidad para responsabilizarse de sus obligaciones, sin embargo, desafortunadamente es un suceso más que habitual en la sociedad en la que vivimos.

Como padres, no solo debemos alimentar, vestir y llevar al colegio a nuestros hijos, sino ser capaces de transmitir los valores necesarios para que desarrollen una personalidad madura con la que desenvolverse adecuadamente en la edad adulta.

El consumismo, la dificultad para administrarse el dinero, para ahorrar o para esforzarse en la consecución de ingresos, pueden ser grandes obstáculos en el futuro de un niño.


¿Cómo inculcar a los niños la responsabilidad con el dinero?


Desde que el niño comienza a mostrar uso de razón, su personalidad está absorbiendo todo aquello que sucede a su alrededor. Por ello, lo antes posible, debemos comenzar a fomentar valores positivos:

– El ejemplo de los padres: es la herramienta de aprendizaje por excelencia.

Un acto tan sencillo como bajar la ventanilla del coche cuando llevas a tu hijo al cole, para dar algo de dinero a un señor sin recursos, es un poderoso momento de transmisión de solidaridad que llegará al corazón de tu pequeño y que integrara en su personalidad.

Otros aspectos como organizar adecuadamente el presupuesto familiar, destinar algo de dinero a ahorrar y hacérselo saber a los niños, también son importantes como modelo de referencia responsable con la economía.

– Iniciar a los niños en el uso del dinero, tan pronto como sea posible.

Para ello y dependiendo de la edad, podemos entregarles una paga semanal con la que habrán de pagar alguno de sus gastos y destinar una cantidad a ahorrar. Además, es importante ayudarles a definir objetivos a medio plazo con sus ahorros, para conseguir que se motiven, trabajen la paciencia y valoren lo conseguido.

– Enseñarles a distinguir entre las necesidades reales y los deseos innecesarios.

Más allá de la situación económica familiar, debemos hacer conscientes a los niños de la realidad económica social y lo importante de saber valorar lo que poseen y no malgastar los recursos. Para ello, podemos hacerlos participes de nuestras compras en el supermercado, por ejemplo y enseñarles a comparar calidades y precios.

– Fomentar una personalidad independiente y segura.

Las comparaciones que los niños suelen hacer con sus compañeros o amigos, pueden dar como fruto una personalidad vulnerable a las modas y consumista. Por ello, debemos inculcarles la idea de idiosincrasia y enseñarles a analizar de forma crítica la publicidad.

Además, es importante que en casa cuidemos la ropa y los objetos, los arreglemos antes de tirarlos, de forma que se les confieran valor, más allá de que sean nuevos o estén de moda.

– Evitar la sobreprotección y dejar que el niño experimente la frustración.

La capacidad para tolerar la frustración es imprescindible para adquirir responsabilidad y asumir obligaciones en la vida adulta. Es importante dejar que nuestros hijos tomen sus decisiones con respecto al uso de su paga semanal, por ejemplo y que experimenten las consecuencias de un mal uso.

Además, es importante poner límites a los deseos de nuestros hijos y decir no, cuando realmente consideremos que no son necesarios.

– Enseñarles el valor del esfuerzo.

La capacidad para valorar la recompensa del esfuerzo es fundamental para poder ser responsable en la vida, en general. Para ello, podemos asignar tareas especiales a los niños y premiarlas.

Otro aspecto importante es dar a conocer a nuestros hijos, el esfuerzo que conlleva obtener los ingresos familiares y hacerlos partícipes del ahorro de luz y agua en casa, por ejemplo.