Colonias urbanas para niños

Los más pequeños de la casa están deseando que lleguen las vacaciones para disponer de todo su tiempo libre y dejar de lado la rutina escolar, pero este deseo no es del todo recíproco en casa. Las gran mayoría de los padres no pueden disponer de tantos días libres, y por eso las vacaciones de sus hijos se convierten en un quebradero de cabeza a la hora de organizar como y dónde van a pasar el día los niños.

Entre las diversas opciones que se plantean están las colonias urbanas, también conocidas como escuelas de verano, de invierno o de Semana Santa, en función de la época del año de la que estemos hablando.

Suponen una alternativa cómoda y más económica que los campamentos, ya que mantienen el horario escolar y el niño duerme en casa.


Hay colonias urbanas de todo tipo: deportivas, culturales, de corta duración, de larga duración…


Estas colonias pueden estar organizadas por el propio centro escolar o por alguna entidad privada, las hay también centradas en temas deportivos, como las escuelas de fútbol o tenis. Su duración puede ser variable, normalmente van de una a tres semanas y los precios dependerán también de quien lo organice, las municipales son más económicas que las de centros especializados.

La actividad de estas escuelas tiene un tono lúdico, se basan en talleres de manualidades, deportes, juegos, cuenta cuentos o excursiones diversas, en función de la época del año puede haber también piscina o playa. La dinámica de trabajo tiene muy en cuenta el grupo y las relaciones interpersonales, se busca que los niños interactúen de forma diferente a como lo hacen el resto del año. Las colonias urbanas pueden incluir, al igual que el colegio, comedor y lo normal es que su horario sea hasta las cinco de la tarde, aunque todo dependerá del centro en cuestión, la mayoría asegura atención al niño al menos hasta las tres de la tarde.


También existen colonias especializadas en idiomas, artes, deportes, etc


Otra de sus ventajas es que es fácil encontrar colonias especializadas en idiomas, deportes, artísticas… de esta forma el niño no solo pasa su tiempo de forma productiva, sino que además va a practicar una nueva disciplina o mejorar en alguno de sus hobbies, resultando en definitiva un enriquecedora experiencia.

Las relaciones con el resto de compañeros son por otro lado muy beneficiosas para los niños, conviven en un ambiente de ocio y relajado con nuevos amigos, normalmente de diversas edades, lo que les aporta una visión más amplia y hace crecer su círculo social. El niño no tendrá solo sus amigos de clase podrá conocer gente nueva y crear otro tipo de vínculos.

Por todo ello son una de las alternativas preferidas para los padres, antes incluso que los campamentos, y es que, al contrario que éstos, no implican tener que separarse de los padres y pasar fuera las noches. Los campamentos son también una buena opción pero el niño tiene que estar preparado y querer realmente vivir esta experiencia, los que no estén listos siempre puede elegir pasar parte de sus vacaciones en una colonia urbana.