Consejos para una mejor adaptación del niño a la escuela, a la guardería o al kinder

La entrada a un centro escolar supone para el niño el cambio más importante que va a tener en su corta vida. Hasta ahora ha estado rodeado de sus padres y familiares, en su casa o en un entorno conocido, pero con la salida del nido todo cambia a su alrededor, las personas, las situaciones, el contexto físico… Es un proceso que requiere de una adaptación paulatina, el que sea más o menos rápida y adecuada dependerá del propio niño, pero también de como se enfoque la situación por parte de familia y educadores.

Esta adaptación no va a ser igual si hablamos de un bebé de meses que de un niño de dos año.

En el caso de los bebés, pese a notar el cambio, su proceso va a ser más sencillo, no comprende todavía todo lo que le rodea y aceptará mejor las novedades. Según crece será más complicado explicarle que se tiene que quedar en ese sitio sin sus seres queridos y que lo acepte de buen grado. Por ello lo mejor es ir preparando el terreno poco a poco.


Siempre hay que hablarle de forma positiva de la escuela


En primer lugar es bueno hablarle de colegio, hay que planteárselo como un sitio nuevo y divertido donde va a conocer a niños como él y en el que va a jugar y a pasarlo bien. Pese a todo, por muy bien que se lo pintemos, lo normal serán los lloros a la puerta del colegio, por eso es bueno no prolongar mucho las despedidas y ante todo los padres deben mostrar buen ánimo, si el niño nos ve seguros y confiados le transmitiremos esa seguridad, en cambio si nos nota tristes por dejarlo agravaremos su pena.

El niño debe saber que en poco tiempo volveremos a por él, así, es recomendable no dejarlo demasiadas horas al principio, debemos darle tiempo a que se acostumbre. Hay centros que organizan sesiones de una o dos horas con los padres y los niños en el centro escolar, otros en cambio apuestan por una separación desde el principio. En cualquier caso se recomienda que esos primeros días sean los padres los que acudan a por él.


La motivación y la rutina son dos factores esenciales


La motivación es otro factor determinante, debemos interesarnos por lo que hace el niño en el cole, para ello hay que mantener una buena comunicación con los educadores a fin de conocer su evolución y como podemos ayudar a nuestro hijo en su proceso de adaptación. Integrar rutinas escolares en casa, como colgar la chaqueta, pintar o cantar las canciones del colegio, servirá para aproximar esos mundos y que el niño se vaya sintiendo a gusto.

Todo este proceso se debe hacer de una forma tranquila, hay que entender que al niño le va a costar el cambio por eso no hay que recriminarle sus lloros o enfados por ir al cole, poco a poco irá aceptando esta nueva realidad y sintiéndose a gusto con ella, solo habrá que tener paciencia. Tampoco habrá que agobiar al niño despertándolo con el tiempo justo y yendo con prisa, lo mejor es que acuda relajado y con buen ánimo.