Los piojos son la eterna preocupación de los padres con niños pequeños que van a la escuela. Tarde o temprano, en cada curso acaban por aparecer en una clase y, entonces, deben empezar a pensar como evitar que se produzca el contagio, incluso dentro de su propia casa.
Antes que nada, hay que saber que la aparición de los piojos no tiene nada que ver con la higiene del niño.
De hecho, se ha demostrado que la prevalencia de piojos se da, esencialmente, en personas con cabellos finos y rubios y en niños mayores de 2 años, o mujeres adultas.
Rompiendo con los numerosos mitos que rodean el contagio de piojos, es importante saber que son pequeños insectos que no saltan, ni vuelan. Por lo tanto, solo pasan de una persona a otra con el contacto cabeza con cabeza, y al compartir cualquier elemento que esté en contacto directo con el pelo, como accesorios de peinado, gorros, o peines.