Parece que el acoso escolar es un término propio de la época actual, un mal de las aulas del siglo XXI. Pero lo cierto es que siempre ha habido en las clases ese niño al que por cualquier causa se le rechaza y acaba siendo blanco de las burlas de sus compañeros. Lo que antes se podía ver como algo normal, como uno de los roles que se desarrollan en la micro sociedad que supone un aula, hoy se ha comprobado que es muy negativo para el desarrollo del afectado y para el contexto general del grupo de alumnos.
Un niño puede ser víctima de acoso por muchos motivos, puede que sea diferente al resto en el aspecto físico, intelectual, vista diferente o simplemente no caiga bien a otros niños.
Esto lo hace propenso a que cierto tipo de niños lo coloquen en su punto de mira y le hagan la vida imposible. Normalmente el niño acosador tiene también una serie de problemáticas asociadas, suele ser un niño con una baja autoestima y poca confianza en si mismo que necesita hacer daño a otros para sentirse mejor, si esto además le granjea los aplausos del resto mucho mejor.