Los niños y la diabetes

La diabetes es actualmente una de las enfermedades por excelencia del siglo XXI, ya que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Además, aunque existe la tendencia a pensar que se trata de una enfermedad que afecta a personas de la edad adulta y en especial, a la tercera edad, cada vez existen más casos de niños diabéticos.

De los dos tipos de diabetes infantil, la denominada diabetes Mellitus 1, supone entre el 10 y el 15 por ciento del total de estos casos, ya que se ha convertido en la segunda enfermedad de carácter crónico más frecuente durante el periodo infantil.


Diabetes de tipo 1 en niños


Este tipo se suele iniciar en la infancia o juventud y se produce por una alteración en cuanto a la producción de la hormona insulina por el páncreas o por una resistencia a la acción de la insulina en el organismo, que produce, por tanto, un aumento de la glucosa en sangre o glucemia.

Sin duda, esta hormona tiene un papel importante en el cuerpo, ya que es la que ayuda a transformar el azúcar o glucosa en energía, dando como resultado el buen funcionamiento del organismo. También hay que destacar que en función de la cantidad de azúcar que se ingiera, se liberará mayor o menor cantidad de insulina.

De este modo, esta diabetes aparece de forma espontánea, incluso a partir de las primeras semanas de nacimiento, y puede aparecer hasta los 30 años. Aun así, durante el periodo de los 5 a 7 años, así como en la pubertad, suele ser cuando dicha enfermedad se manifiesta. Sin embargo, hay que añadir que cada vez son más los niños que se ven afectados por la diabetes tipo 2, propia de adultos.

Sin embargo, existen medidas de prevención para evitar que el pequeño sufra diabetes. Así desde el nacimiento del pequeño se pueden empezar a tomar precauciones y por ejemplo, el hecho de apostar por la lactancia materna es un punto importante para evitar una alimentación artificial y sobre todo, con abundantes azúcares, que realmente no son necesarios en este periodo de vida del pequeño.

Aunque, prácticamente lo más importante será, tanto para evitar la diabetes como la obesidad, que el pequeño siga una dieta saludable y equilibrada, que sea rica en fibra y escasa en azúcares o grasas saturadas. Así, por ejemplo, se evitará que el niño tome azúcares de absorción rápida como el azúcar refinado, moreno, la miel… y sustituirlos, en cambio, por los que ya llevan las frutas, por ejemplo. En este punto, los padres juegan un papel fundamental para que los pequeños sigan estos patrones alimenticios. Además en caso de que los padres tengan duda de qué alimentos son mejores o peores, podrán acudir a un especialista, nutricionista, que les aclare dichas preguntas.


Ejercicio y actividad física en niños con diabetes


Otro punto importante para evitar la aparición de la diabetes en los pequeños es la práctica de ejercicio o actividades físicas. Sin duda, el estilo de vida actual, provoca que muchos niños lleven una rutina sedentaria, ya que pasan tiempo sentados ante la televisión, el ordenador o los videojuegos. Por el contrario, deben hacer ejercicio y mantenerse en forma, haciendo al menos 30 minutos de actividad física.

Y es que, ante todo, hay que tomarse en serio esta enfermedad, ya que si no es tratada de forma correcta y, a tiempo, puede acabar provocando, a largo plazo consecuencias como la pérdida de la visión, riesgos de infarto, hipertensión, enfermedades pulmonares e incluso, insuficiencia renal, entre otras.