Se atribuye el John Langdon H. Down el descubrimiento del síndrome de Down y se presentó en su día con el nombre de mongolismo. La entidad clínica atribuída en su descubrimiento se caracterizaba por el aspecto asiático de la cara. La mayoría de los médicos de la época opinaban lo que hoy sería muy políticamente incorrecto para cualquier nuevo descubrimiento: desde que el síndrome de Down era un paso atrás en la evolución hasta que eran niño inacabados por su parecido con fetos no evolucionados.
Hasta 1959 no se demostró que era una enfermedad de origen genético.
Dicha demostración fue realizada por Lejeune, Turpin y Gautier.