Amamantar en público: una necesidad para el bebé y para la madre

Parece mentira que en pleno siglo XXI todavía haya tabúes a la hora de hablar sobre amamantar a un bebé en público. Son trabas que las propias mujeres acaban imponiéndose influenciadas por una sociedad que, tras algo tan natural como una madre alimentando a su hijo, solo ve la parte sexual que tienen asociados los pechos femeninos.

Dar el pecho es una actividad para la que se requiere tranquilidad y comodidad, es un momento para la madre y su bebé.

El niño debe sentirse a gusto y relajado a fin de que su alimentación sea adecuada y ésto solo lo consigue si su madre también está cómoda y no hay demasiados estímulos que lo distraigan de la tarea.


Dar el pecho en lugares públicos


Visto así el autobús, un restaurante o el parque no parecen los lugares idóneos para dar el pecho, pero tampoco vamos a tener a la madre en casa recluida solo porque tiene que amamantar cada poco tiempo.

La cuestión es que dar el pecho es algo natural y, aunque siempre es mejor hacerlo tranquilamente, no hay ningún problema en hacerlo en público. Aquí lo prioritario es la alimentación del bebé y evitar que coja un sofoco solo porque le hagamos esperar a llegar a casa. Del mismo modo esta naturalización del acto de amamantar es precisa para que la madre recupere cuanto antes su vida social, si se le hace la hora y no está en casa cuenta con la gran ventaja de no necesitar más que su propio cuerpo para dar de comer a su bebé. Precisamente dar el pecho evita ir cargados siempre que se sale de casa de biberones, termos, leche y demás artilugios.


Todavía hay gente con problemas mentales o mentalidades obtusas que no ven bien el amamantar en público


Aunque apostemos por la naturalidad de este acto hay que asumir que siempre habrá alguien que mire mal a una madre que amamanta en público e incluso que sea criticada. Es una barrera que hay que derribar y son las propias mujeres las que se deben implicar en ello haciendo de dar el pecho algo natural y que puede ser igual de íntimo aunque estemos en público. Para asegurar la alimentación del bebé y preservar la intimidad precisa para que coma a gusto, se puede buscar un lugar tranquilo ya que tampoco es preciso dar de mamar en medio de la mesa del restaurante. Para aquellas más pudorosas o simplemente para estar más cómodas podemos utiliza mantítas o fulares que cubran el pecho, también hay camisetas especiales que permiten dar de mamar con disimulo.

Si vamos a salir y prevemos que será necesario dar el pecho debemos llevar ropa que nos permita hacerlo con facilidad, camisetas o suéteres que se suban fácilmente, camisas o vestidos abotonados y sujetadores de lactancia. Dar el pecho es una gran experiencia y una necesidad para nuestro hijo, además de que con la lactancia le estamos dando el mejor tipo de alimentación. No debemos renunciar a ello solo porque estemos en público, aprovechemos las ventajas que ofrece y empecemos a derribar todos esos prejuicios.