Lactancia Materna: dar el pecho al bebé

La lactancia materna es el proceso mediante el cual la madre alimenta a su bebé con su propia leche. Es un acto natural para el que tanto la madre como el niño están biológicamente preparados.

Desde el momento de la concepción los pechos de la madre empiezan a prepararse para tan importante misión.

Es uno de los primeros cambios que la embarazada puede notar. Sus pechos aumentan de tamaño, los pezones se oscurecen para ofrecer un blanco fácil al bebé y las glándulas mamarias empiezan a trabajar preparando la leche materna de la que el bebé se alimentará en sus primeros meses.


El reflejo de succión


Del mismo modo, desde que ve la luz por primera vez, el recién nacido tiene bien implantado el reflejo de succión que le permite dirigirse sin dudar hacia los pechos de su madre y comenzar a alimentarse. Es un reflejo innato en los seres humanos y el primero en manifestarse. De hecho hoy en día se destaca la importancia de colocar al recién nacido encima de su madre nada más nacer para que en cuanto sea posible se agarre al pecho.

La leche tardará unas horas en subir pero la madre no debe preocuparse, hay que poner al bebé pronto para que vaya succionado, los pechos segregan una sustancia llamada calostro que contiene todo lo que el recién nacido necesita en estos primeros momentos, además cuanto antes comience a mamar el bebé antes se producirá la subida.

En estas primeras horas es importante asegurarse de que el bebé está bien colocado, la madre va a dar el pecho durante varios meses y para evitar problemas en el pezón el bebé tiene que mamar de forma correcta. El bebé debe abrir bien la boca, abarcando casi toda la areola de forma que todo el pezón quede dentro de la boca. Dar el pecho no tiene que doler a la madre y si es así se debe colocar al recién nacido hasta que la posición sea la adecuada.


Es mejor la lactancia a demanda


Según pasen los días madre e hijo irán adaptando sus ritmos, en las primeras semanas se debe dar el pecho a demanda, esto es, cuando el bebé lo requiera. Habrá veces que pasen tres horas entre toma y toma, otras no llegará a una. No es bueno intentar seguir un horario en etapas tan tempranas. Hay que estar a disposición del bebé, intentar descansar cuando el descansa y tomarse la lactancia con calma, disfrutando de estos momentos de intimidad con nuestro hijo.

Hay madres que se preocupan por lo que comerá su hijo ya que no se puede ver la cantidad que ha tomado, pero si el niño crece, presenta un aspecto sano y duerme correctamente no hay ningún problema. Siempre se puede acudir a los grupos de lactancia que se forman en los centros de salud para resolver dudas y compartir experiencias con otras madres.

Dar el pecho es lo mejor para el bebé y lo más natural, la leche materna está dotada de sustancias que no solo lo alimentan sino que lo protegen ante enfermedades, los bebés alimentados con leche materna presentan menos problemas de salud. Además no hay otra forma más cómoda, práctica y económica de criar a un bebé.