Se suele decir que el ser humano desarrolla el 10% del potencial total de su cerebro. Aunque esta afirmación es falsa (proviene de una anécdota de Einstein que le comentó irónicamente a un periodista que si él usaba sólo un 10% de su cerebro), si nos entrenáramos desde pequeños podríamos llegar a alcanzar metas más altas en nuestro desarrollo.
De esto es de lo que se encarga la estimulación temprana. Su objetivo es que el bebé desarrolle todo su potencial. No se trata de crear, ‘súper bebés’ y no es un tema con el que haya que obsesionarse, solo se trata de ayudar a nuestro hijo a que mejore su proceso de aprendizaje y estimularle en el logro de mayores objetivos.