Asma en el embarazo: cómo debe cuidarse la mujer asmática

Cuando la mujer embarazada sufre asma debe saber que tendrá que cuidarse, ya que, aunque esta enfermedad no tiene por qué presentar complicaciones durante el periodo de gestación, sí será muy importante que esté bajo control médico durante estos meses, en los que su cuerpo va a sufrir muchos cambios.

Y es que, si el asma no se trata, puede provocar consecuencias, tanto en la madre como en el feto, ya que al sufrir un ataque se produce una disminución de la cantidad de oxígeno que entra y circula por el cuerpo de la mujer, provocando finalmente una mala oxigenación del bebé.


Consecuencias de no tratar el asma en el embarazo


De este modo, no seguir correctamente dicho tratamiento para el asma, puede llegar a provocar partos prematuros, desnutrición del pequeño o recién nacidos con bajo paso.

Asimismo la madre puede llegar a sufrir hemorragias uterinas, problemas de presión arterial, vómitos excesivos, así como, hemorragia vaginal, entre otras consecuencias.

De este modo, actualmente, existen fármacos indicados para controlar esta enfermedad que son seguros y no afectan al desarrollo del embarazo, garantizando que la embarazada pase este periodo sin temor de sufrir ataques o sustos. Por ello, será fundamental que si la mujer ya los tomaba, continúe con ese tratamiento o, en cambio, comience a hacerlo. Además, también podrá acudir a un especialista para que le indique cuál es el más adecuado durante el embarazo, puesto que existen gran variedad de inhaladores y medicamentos antiasmáticos.

Por otro lado, será importante controlar y alejarse de aquellos factores de carácter físico o ambiental que puedan dar lugar a una crisis asmática o alérgica. Por ello, será importante identificar aquellos elementos que puedan afectarle negativamente, tales como el polen, los ácaros del polvo e incluso olores como el de algunos perfumes o productos de limpieza muy fuertes. También será muy importante que la mujer no fume y que no frecuente espacios con humo o aire viciado, ya que no podrá respirar de forma adecuada y tendrá mayor riesgo de sufrir un episodio de crisis asmática. En el caso de que la mujer tenga dificultades para dejar el tabaco, lo más aconsejable será que acuda a un especialista que le ayude. Y es que además de agravar este problema respiratorio, las consecuencias de mantener este hábito durante el embarazo pueden ser muy graves, tanto para el feto como para la embarazada.


Prevenir episodios de asma


Sin duda, también será importante que se tomen medidas para prevenir, en la medida de lo posible, los comunes resfriados o gripes, ya que, podrían agravar este problema y presentar complicaciones. Del mismo modo tampoco será aconsejable que la embarazada realice esfuerzos físicos que puedan dejarla sin aliento. Sin embargo, es importante que, durante este periodo, la mujer se mantenga en forma, eligiendo un tipo de deporte que no exija un desgaste de energía excesivo.

De este modo, una vez aclarado que dicha medicación no tiene consecuencias negativas para el feto, será importante que la mujer se tome en serio dicho tratamiento, ya que las consecuencias de un control tardío de esta enfermedad pueden ser muy graves. Además, conforme avance el embarazo, el útero aumentará de tamaño, lo que provocará que la capacidad pulmonar de la mujer se vea alterada de forma considerable. De este modo, en caso de que la mujer sufra asma, sentirá en mayor medida esta sensación de falta de aire.