Evitar varices en el embarazo: ¿es posible?

Durante esta etapa, es frecuente que la mujer embarazada acabe teniendo varices y de hecho, para muchas, es una de las principales molestias durante estos meses, ya que, además de ser antiestéticas, hay que tener precaución para evitar complicaciones.

La explicación de que aparezcan durante el periodo de gestación es muy sencilla.

Y es que, la mujer tiene que soportar un gran peso durante todo el día, a lo que se une que, a la vez que el útero va agrandándose para que el pequeño crezca en su interior también se incrementa la presión en el drenaje venoso.


La aparición de varices en el embarazo es muy frecuente


Como consecuencia, las piernas se van a ver expuestas a soportar esta sobrecarga, por lo que además de que aumenta la presión sanguínea, también aumenta la presión en su interior. De este modo, finalmente, en el último tramo antes del parto, las paredes de las venas acaban por relajarse, así como a dilatarse y deformarse y es ahí cuando esa insuficiencia venosa va a hacerse visible mediante la aparición de las varices.

Es cierto que aquellas mujeres que ya sufrían este problema, previo al embarazo, tendrán mayor riesgo de que aparezcan cuando queden embarazadas. Además, también entran en juego cuestiones genéticas o hereditarias, que harán que la mujer tenga mayor posibilidad de tener varices o incluso de llegar a padecer trombofilia, que consiste en una alteración de los factores de coagulación, que pueden llegar a provocar una trombosis profunda. En estos casos, la mujer cuando se quede embarazada, deberá extremar las precauciones para que no existan complicaciones.

Aún así, existen una serie de consejos o medidas para evitar la aparición de las molestas varices y muchos de ellos son muy fáciles de poner en práctica. En primer lugar, deberá evitar caminar demasiado, así como estar demasiado tiempo de pie. Y es que de este modo, las piernas se cargarán en exceso, por lo que no es aconsejable.


Consejos para disminuir la probabilidad de aparición de varices durante el embarazo


Otro factor que deberá evitarse es el calor y por ello será importante que se las refresque cuando se sienta sofocada o molesta. Sin embargo, si las temperaturas son elevadas, porque se trate de primavera o verano, será conveniente que la mujer se quede en casa y remoje sus pies en agua fría varias veces al día. Asimismo, también será conveniente que utilice calcetines o medias elásticos, que podrá encontrar sin dificultad en farmacias. Existen dos tipos: calcetines de comprensión media y los de comprensión fuerte. A las embarazadas se les suele recomendar éstas últimas, aunque siempre que se sientan cómodas y no apretadas o con demasiada presión, ya que lo importante es que se sientan a gusto mientras los lleve puestos.

Por otro lado, también será fundamental que se estire con las piernas en alto y las apoye sobre la pared, por ejemplo, durante las noches. También deberá ejercitar los tobillos, para lo que será útil que los mueva como si estuviese pedaleando, ya que será un ejercicio muy reconfortante y saludable. También se recomienda realizar masajes en la zona, para estimular la circulación.

En aquellos casos en que ya hayan aparecido, no se recomienda tomar medicamentos o fármacos para calmar el dolor, ya que no son recomendables durante el embarazo, así como tampoco lo son intervenciones quirúrgicas. Será conveniente posponerlas para cuando ya haya nacido el pequeño. Aún así, existen ciertos medicamentos que se pueden aplicar sobre la zona, es el caso de ciertos tónicos venosos, que suelen ser muy efectivos para aliviar las molestias que provocan las varices.