Apendicitis en los niños

La apendicitis es una de las enfermedades más comunes, especialmente en niños, por encima de los adultos. Se produce cuando el apéndice se inflama y se obstruye, con lo que aparece un dolor abdominal importante, vómitos, y una ligera fiebre.

Aunque existen algunas características comunes, la verdad es que la mayoría de personas experimental síntomas diferentes de apendicitis, con lo que en niños, ancianos y mujeres fértiles puede ser difícil su diagnóstico.

Es habitual que un niño con apendicitis tenga síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, pérdida del apetito, escalofríos, estreñimiento…, pero realmente el elemento más característico de esta inflamación es el dolor.

El dolor de apendicitis empieza en la zona de alrededor del ombligo, y se va volviendo cada vez más intenso, y concentrado en la parte derecha inferior del abdomen, justo donde se encuentra el apéndice dentro del organismo.

Además, cada movimiento que hace el niño no hace más que aumentar el dolor que padece.


Apendicitis y peritonitis


A veces, el apéndice se rompe antes de que el paciente haya sido operado, y el peritoneo se inflama como consecuencia. En estos casos se dice que se produce una peritonitis, y en el momento que ocurre el niño experimenta una mejoría momentánea del dolor, aunque después aun empeora más.

En algunas ocasiones se opta por tratar primero la infección y la inflamación provocadas por la peritonitis, antes de proceder a la operación de extirpación de apéndice.


La operación de apendicitis


La única manera posible de tratar a un niño que padece una apendicitis, es con una operación. Se trata de un proceso quirúrgico muy sencillo, que tanto se puede llevar a cabo de manera tradicional, mediante incisiones en el abdomen, o por laparoscopia.

De todos modos, para que una operación de apendicitis realizada a un niño sea un éxito, es necesario que se haga antes de que se haya roto el apéndice. Si esto ocurre, es más probable que aparezcan complicaciones como abscesos.


La importancia de un correcto diagnóstico precoz


Dada la importancia de que se realice la operación de apendicitis antes de que el órgano se rompa, y cree complicaciones posteriores, es muy importante que se diagnostique a tiempo una posible apendicitis.

Hay que tener en cuenta que el diagnóstico de esta inflamación es complicado en muchos casos, con lo que es esencial que los padres presten atención a cuando sus hijos se quejen de dolor en la zona, y no hagan caso omiso a sus lamentos. Ante cualquier sospecha de que un niño tenga apendicitis, es necesario acudir al médico para una posible valoración de este trastorno, con lo que se conseguirá un tratamiento eficaz, que evite posteriores complicaciones como la peritonitis.

En todo caso, cuando un niño se queja de un dolor, que lleva presentándose de manera ininterrumpida durante más de una hora, no hay que dudar a la hora de acudir a un servicio de urgencias, para que un médico pueda diagnosticar una posible apendicitis, y tratarla lo antes posible.