Los antisépticos y los niños: ¿qué son y cómo actúan en las heridas?

Agua, alcohol, mercromina o agua oxigenada, estas eran las armas que se utilizaban hacen unos años para tratar las heridas con las que llegábamos a casa después de jugar en el parque. Hoy las cosas han cambiado un poco y se utilizan nuevos antisépticos más seguros para los niños como la clorhexidina, que es transparente.

Los antisépticos se pueden definir como esas sustancias que aplicadas sobre la piel evitan la proliferación de microbios que pueden causar que una herida se infecte, destruyendo los microrganismos o inhibiendo su efecto, en función de que si tienen poder antibiótico o solamente desinfectante.


Infección de heridas abiertas


Cuando se produce una herida en la piel se rompe su continuidad, formándose una puerta de entrada para que las bacterias penetren en el organismo y puedan infectar la zona.

Esta infección es más fácil si hablamos de niños lo normal es que vayan por el suelo, se caigan en la calle o en el parque; las heridas así provocadas se pueden infectar con más facilidad ya que están en contacto directo con los microbios del ambiente.

Para evitar esta infección lo prioritario es utilizar un antiséptico con el que se logra forma una barrera que esos microbios no pueden traspasar, se debe colocar en los lados de la misma y dejar al aire libre siempre que sea posible para que cicatrice lo antes posible y de esta forma no pueda ser atacada.

No todos los antisépticos son iguales, algunos como la clorhexidina, son los más seguros para bebés y niños. No es tóxico, ni tiene contraindicaciones, tampoco es absorbido por la piel por lo que es perfecto por ejemplo para las curas del cordón umbilical. Pese a su gran eficacia con las bacterias, con el alcohol hay que tener más cuidado, no solo porque sea inflamable, su acción produce dolor en los tejidos, no se debe utiliza en heridas abiertas y también puede provocar irritación. El agua oxigenada se activa ante las bacterias, tiene un efecto inmediato tras su aplicación, aunque este no permanece.


El yodo está desaconsejado en bebés


Con el yodo hay que tener cuidado ya que es absorbido por la piel por lo que no se recomienda su uso en bebés y recién nacidos, por el contrario es eficaz contra bacterias, virus y hongos. Por último estarían los productos derivados del mercurio como la mercromina, pese a que su aplicación impide el crecimiento de la bacterias su uso ha caído en el olvido a favor de otros más modernos y seguros como la citada clorhexidina, que por su color transparente permite además comprobar la evolución de la herida.

En general los antisépticos son útiles en las primeras 24 o 48 horas desde que se produce una herida abierta y hasta que se vea que el tejido ha empezado a cicatrizar. Antes de utilizarlos hay que limpiar bien la zona, ya que actúan sobre tejidos vivos, para ello lo mejor es utilizar suero fisiológico. En el caso de heridas cerradas habría que aplicar el producto en cada cura.