Inducir el parto en casa: cosas que funcionan

A medida que se acerca la fecha de parto programada por el ginecólogo, son muchas las embarazadas que comienzan a sentir nervios, no sólo por el alumbramiento de su bebé sino por la posibilidad de que éste se retrase y conlleve riesgos para el feto o para la mamá.

En un 4 a 14% de los casos, el parto va con retraso, siendo a partir de la semana 41 de embarazo cuando suele considerarse que el bebé llega más tarde de lo esperado.

En estos casos, se realiza un control médico exhaustivo y si el parto no comienza por sí solo, suelen emplearse técnicas de inducción de parto para evitar riesgos mayores.


¿Cuáles son los riesgos de un parto con retraso?


A partir de la semana 42 de embarazo, existe una mayor amenaza de complicaciones en el parto, así como un mayor riesgo de muerte fetal.

La placenta, encargada de nutrir al feto y filtrar los desechos, puede no funcionar tan efectivamente como antes (“placenta vieja” o “hipermadura”) e influir en la cantidad de oxígeno y nutrientes que envía al bebé. Además, en semanas tan avanzadas de embarazo, puede disminuir la cantidad de líquido amniótico que rodea al feto y existe riesgo de que éste aspire meconio (las primeras heces dentro del vientre materno).

Los riesgos mencionados hacen que muchos médicos se planteen la inducción del parto y que muchas mamás busquen trucos caseros para provocarlo en casa.


¿Cómo puede provocarse el parto?


La técnica médica de inducción del parto consiste en la administración vía intravenosa de Oxitocina, una hormona que inicia e intensifica las contracciones, una vez que se ha roto la bolsa de aguas.

En casa, existen algunos trucos que pueden favorecer el inicio del trabajo de parto, aunque no todas las mujeres responden a ellos de la misma forma:

– Movimiento

En la recta final del embarazo, se recomienda andar, algo que favorece el balanceo pélvico. Cuando una mujer embarazada sale a caminar, ejerce cierta presión sobre el cuello del útero, algo que puede desplazar la cabeza del bebé y ayudar en su colocación de cara al parto.

– Relaciones sexuales

Las relaciones sexuales, están recomendadas durante el embarazo, excepto cuando ya se ha roto la bolsa de aguas, ya que existe riesgo de infección para la mujer. Llegado el final del embarazo, se recomienda como un método de inducción al mismo ya que durante el acto sexual, la mujer libera la hormona Oxitocina, que ayuda a iniciar las contracciones uterinas. Además, el líquido seminal contiene prostaglandina, una sustancia que ablanda el cuello del útero.

– Estimulación de los pezones

Otra forma de conseguir que la mujer embarazada libere Oxitocina, consiste en la estimulación de los pezones, aunque requiere más tiempo que el acto sexual para conseguir el mismo efecto. Este procedimiento puede realizarse manualmente o mediante una bomba especial.

– Masaje

El masaje ayuda a liberar la tensión muscular del cuerpo de la mujer, consiguiendo una relajación que se recomienda para el inicio del trabajo de parto. De la misma forma, se recomiendan actividades placenteras como tomar baños calientes, leer o escuchar música relajante.