Lactancia materna: Cómo saber si ha tomado suficiente

Hay mujeres que deciden alimentar a su hijo por medio de fórmulas artificiales y que incluso abandonan la lactancia materna, debido a que es mucho más difícil controlar lo que come su hijo. El pecho no tiene una gradación y no podemos saber cuánto toma el niño si no es sacando la leche y midiéndolo.

Para saber si el bebé está satisfecho se puede aplicar la lógica que rige a todo ser humano: si no quiere más es que no tiene hambre y ha tomado suficiente.

Cierto es que esta sencilla regla no es del agrado de muchas madres, preocupadas por que su hijo reciba suficiente alimento, pero es la más efectiva, sobre todo si el bebé crece, aumenta de peso y parece satisfecho.


Las dudas siempre surgen, especialmente entre las primerizas


Las dudas surgirán especialmente en las madres primerizas y durante las primeras semanas de lactancia. Con una lactancia bien establecida desde el momento de nacer no tiene porqué darse ningún problema. Al principio habrá que colocar al bebé al pecho lo más a menudo posible y corregir su posición en caso de que nos hiciera daño o no succionara de forma correcta, esto es algo en lo que nos ayudará la matrona. Si el niño se coge de forma correcta no tendremos duda de que el alimento le llega.

Con el paso de los días las lactancia se va regularizando aunque depende de cada niño, habrá algunos que dejen pasar tres horas entre toma y toma y otros que pedirán pecho cada poco tiempo. Lo recomendable es que se ofrezca a demanda, habrá veces que solo mame unos minutos y otras en las que precise más tiempo. Así, para asegurarnos de que tiene suficiente habrá que darle cuando pida.

Hay señales físicas que nos indican que está bien alimentado como las deposiciones que realiza al día y que duerme el tiempo suficiente, que suele ser casi todo el que no está mamando. Solo con observar al bebé tendremos la respuesta a si ha quedado repleto, cuando termina se suele quedar tranquilo, dormido incluso, con buen color de cara y los ojos brillantes. Si ese es el aspecto de nuestro bebé podemos estar tranquilas respecto a su alimentación.


La etapa de las dudas a los pocos meses


Superada esta primera etapa surge de nuevo la preocupación de si estará bien alimentado cuando tiene ya unos meses. Según pasan los meses la mujer no siente igual las subidas de leche ni esa sensación de ‘vaciamiento’ que le indicaba que su hijo se lo había tomado todo, pero esto no significa que coma peor. Según crecen acaban antes de mamar ya que succionan mejor y más rápido, lo que bien mirado es una ventaja para la madre.

No hay que obsesionarse con las tomas, si nuestro hijo presenta un buen estado de salud y un peso según su edad y constitución no hay que preocuparse. No se trata de estar todas las semanas en la báscula, con el control que realice el pediatra tendremos suficiente para saber como evoluciona. Solo habrá que buscar soluciones cuando notemos cambios significativos en su estado habitual, mientras tanto, a disfrutar de la lactancia.