Pocas cosas hay más agradables que recibir un masaje, y si es de una persona querida mucho mejor. El contacto físico sigue siendo algo vital entre los seres humanos, nos ayuda relajarnos y a sentirnos a gusto. No solo hablamos de la persona que recibe el masaje, en el caso de los padres e hijos también los primeros tienen mucho que ganar con esta práctica.
Masajear al bebé está absolutamente recomendado, los beneficios que se aportan al niño son muchos.
A nivel físico mediante el masaje estamos fortaleciendo y tonificando su musculatura, además se favorece la circulación de la sangre y el funcionamiento del aparato digestivo y el respiratorio, mejora el estado de la piel y es un gran alivio en caso de cólicos o estreñimiento.