Los beneficios para los padres de masajear su bebé

Pocas cosas hay más agradables que recibir un masaje, y si es de una persona querida mucho mejor. El contacto físico sigue siendo algo vital entre los seres humanos, nos ayuda relajarnos y a sentirnos a gusto. No solo hablamos de la persona que recibe el masaje, en el caso de los padres e hijos también los primeros tienen mucho que ganar con esta práctica.

Masajear al bebé está absolutamente recomendado, los beneficios que se aportan al niño son muchos.

A nivel físico mediante el masaje estamos fortaleciendo y tonificando su musculatura, además se favorece la circulación de la sangre y el funcionamiento del aparato digestivo y el respiratorio, mejora el estado de la piel y es un gran alivio en caso de cólicos o estreñimiento.


Dar caricias y masajes al bebé ayuda a crear el vínculo entre padres e hijos


Pero las ventajas van más allá de lo meramente físico, cuando damos un masaje a nuestro hijo estamos creando un vínculo muy especial, le transmitimos nuestro amor y afecto haciéndole sentir seguro y protegido. El relax que se consigue con el masaje le ayuda también a descansar mejor y a sentirse más a gusto y feliz. Todo ello hace que se favorezca su crecimiento y desarrollo.

Las ventajas son muchas y también los padres salen ganando. Ese vínculo que se establece con el bebé es igual de importante para los padres. Muchas veces estos se sienten inseguros ante el cuidado de su hijo, especialmente si el primero, pueden dudar de su capacidad. Por ello este contacto con el niño les hace sentir seguros a ellos también, aumenta su confianza y se sienten más capaces. Es muy útil en los casos en que hay depresión post parto, la madre fortalece la unión con su hijo y los problemas emocionales se llevan mucho mejor.

El masaje es una buena forma de que los padres aprendan también a comunicarse con su hijo, pensemos que los niños aunque no tienen aún capacidad de expresarse, si transmiten mucho con sus gestos, expresiones o movimientos. Observarlos, tocarlos, ver como reaccionan es una gran forma de conocerlos y saber por tanto qué les pasa y como se sienten en cada momento.


Dar masajes al bebé es una buena forma de liberar nuestro estrés diario


Y del mismo modo que el bebé se relaja también lo hacen los padres, cuando estamos acariciando a nuestro hijo el estrés y las tensiones de la vida cotidiana quedan al margen y solo importa ese momento.

Hay que tener en cuenta que dar masajes requiere una cierta técnica en función de lo que persigamos, el pediatra o la matrona, nos indicarán diferentes tipo de técnicas que pueden servir, por ejemplo, en caso de estreñimiento. Habrá que tener en cuenta también el momento y la actitud del niño a la hora de dar un masaje. No será bueno masajear el abdomen después de comer, si el niño está en un momento de mucha actividad o si hay demasiada acción en casa. Hay que elegir momentos que inviten a la calma, después del baño el niño está tranquilo y podemos aprovechar para darle el masaje, lo que además le predispondrá al sueño.