Alcohol y café en el embarazo

Una de las primeras recomendaciones que recibe una mujer embarazada es que debe dejar de fumar y de tomar alcohol. Igualmente, los médicos le sugieren que reduzca su ingesta de cafeína al máximo posible.


Los efectos negativos de la cafeína en el embarazo


Los estudios científicos más recientes indican que el riesgo de tomar cafeína durante el embarazo tiene que ver con la cantidad ingerida.

De hecho, se considera que las embarazadas que sufren náuseas importantes, y que ingieren más de 350 mg de cafeína al día, tienen más riesgo de sufrir un aborto espontáneo.

Muchas mujeres recurren a tomar café o bebidas de cola para paliar las náuseas que sufren en el primer trimestre de embarazo. Y cuanto peor se sienten, más bebidas ingieren. La evidencia dice que, precisamente éstas, son las embarazadas que tienen más posibilidades de sufrir un aborto espontáneo en los primeros meses de gestación.

Por lo tanto, lo más recomendable es cambiar este hábito y optar por tomar bebidas sin cafeína, que no resultan en ningún momento perjudiciales para el bebé. De hecho, al dejar la cafeína tampoco se pierde ningún elemento nutricional importante, ya que no aporta ni vitaminas ni minerales al organismo e, incluso, impide que se absorba correctamente el hierro. Es mucho más sano sustituirla por todo tipo de aguas minerales, zumos y te sin cafeína.


Beber alcohol en el embarazo


Beber alcohol durante el embarazo puede resultar muy perjudicial para el bebé. De hecho, los hijos de madres que tienen problemas a la hora de controlar su ingesta de alcohol pueden nacer con el llamado síndrome alcohólico fetal, que implica posibles malformaciones y retraso mental.

Al revés de lo que ocurre con la cafeína, no se puede decir cual es la cantidad de alcohol que resulta nociva para ser ingerida en un embarazo, ya que hay que tener en cuenta que nadie metaboliza igual el alcohol. Evidentemente, cuanto más se ingiera, más posibilidades hay de que la salud del bebé se vea perjudicada por sus efectos nocivos.

Los médicos recomiendan abstenerse completamente de tomar alcohol en cualquier momento de la gestación, si bien una sola copa ingerida en un momento de celebración ocasional es muy difícil que afecte al niño. De todos modos, hay que circunscribirse a un momento determinado, y a una cantidad mínima.


Beber antes de saber que se está embarazada


La mayoría de mujeres eliminan de manera radical el alcohol de su rutina diaria en el momento en que empiezan a planificar su embarazo. Pero hay que tener en cuenta que muchas quedan embarazadas sin haberlo previsto, y hasta que no conocen su estado de gestación siguen haciendo su vida normal. No existe evidencia médica de que el alcohol que puedan haber ingerido en este periodo de tiempo tenga efectos negativos para el bebé.

Por lo tanto, no hay que preocuparse por lo que haya sucedido antes de conocer la existencia del embarazo, pero sí que es importante que la mujer actúe en consecuencia en el momento en que conoce su estado y cambie de manera radical los hábitos negativos que tenga en su vida diaria.