Es frecuente escuchar a una embarazada exhalando aire a modo de suspiro o inhalando profundamente. Estas acciones no son fruto de un ejercicio de relajación sino de las dificultades respiratorias que acontecen a la mujer debido a los cambios sufridos en su cuerpo durante la gestación.
Sensación de ahogo, fatiga, hiperventilación, mareos, falta de aliento o incluso dificultad para conciliar el sueño, son algunos de los síntomas que muchas mujeres embarazadas arrastran durante su embarazo.
Los cambios en la respiración no representan ningún peligro para su salud, en la mayoría de los casos, aunque pueden ser muy molestos y conviene paliarlos adecuadamente.
¿Por qué aparecen estas dificultades respiratorias durante el embarazo?
El cuerpo de la mujer embarazada, sufre una gran transformación que no deja exento de cambio a ningún sistema del cuerpo. Durante este periodo, aumentan las necesidades de oxígeno del organismo debido al trabajo extra renal y cardiaco, así como de otros músculos, del útero y del crecimiento del feto. El cuerpo, con una asombrosa inteligencia, busca la forma de satisfacer esta necesidad extra (aproximadamente de un 20%) a pesar de las dificultades. Para ello, se produce:
– Aumento de la cantidad de aire que se inhala y se exhala (ventilación por minuto), aproximadamente en un 40%.
– Aumento de la capacidad inspiratoria (en un 5%).
– Disminución de un 15% del volumen máximo de aire que se espira ( volumen espiratorio de reserva).
– Aumento del tamaño de la caja torácica.
– Mayor uso del oxígeno.
Por ello, las respiraciones de las embarazadas son más profundas y con un ritmo más rápido. En algunos casos, las mujeres pueden hiperventilar (introducir más oxígeno en el organismo que dióxido de carbono se expulsa) y con ello, generar mareos o sensación de hormigueo en manos, pies o alrededor de la boca.
Existen varios cambios físicos durante el embarazo que dificultan la respiración de la madre
Otros cambios del embarazo que dificultan la respiración:
– Disminución de la capacidad pulmonar.
– El desplazamiento del abdomen hacia arriba, a medida que avanza el embarazo y el feto crece, presiona el diafragma y disminuye la capacidad pulmonar.
– Congestión nasal.
– El revestimiento de las vías respiratorias recibe más sangre, lo que produce cierta congestión que pueden obstruir la nariz y garganta (hiperemia). El tono y la calidad de la voz pueden modificarse al final del embarazo. En estos casos, la mujer tiene la sensación de estar resfriada, utilizar un humidificador del ambiente puede ayudar a combatir estos efectos.
¿Cómo paliar o disminuir las dificultades respiratorias durante el embarazo?
La mejor forma de combatir las dificultades respiratorias consiste en mantener la calma y realizar ejercicios controlados de respiración. Con ello, se consigue un adecuado intercambio de gases y se hace llegar más oxígeno al feto.
Algunos ejercicios recomendados:
– Respiración abdominal
Consiste en introducir el aire al organismo desde el estómago. Para ello, se debe colocar una mano sobre el abdomen y notar como se eleva mientras inspiramos. Posteriormente conviene retener el oxígeno unos segundos antes de espirar lentamente.
– Respiración torácica
En esta respiración el objetivo es llevar el aire hacia las costillas. Como ayuda, puede apretarse levemente con ambas manos sobre las costillas.