Deportes en el embarazo y cuáles no practicar

Durante el embarazo es importante que la mujer se mantenga en forma y haga ejercicio o practique algún deporte. Existen muchas opciones pero será importante que elija bien. Por ello, en ocasiones, puede ser útil que acuda a su médico para que le indique cuál le vendrá mejor, ya que, cada embarazo es diferente y en ocasiones lo que para una mujer es conveniente para otra no.


Salvo indicación del médico el hacer deporte en el embarazo es muy beneficioso


Aún así, por normal general hay ciertos deportes o ejercicios que suelen beneficiar a las embarazadas.

Es el caso de la natación, por ejemplo. Y es que se recomienda practicar este deporte, ya que mientras que la embarazada está en el agua, no tiene que soportar su peso y puede moverse libremente, sin esfuerzo. Aún así, tendrá que controlar la temperatura del agua, que deberá oscilar entre los 38 y 30 grados y evitar las posibles infecciones vaginales. De este modo, nadar durante unos veinte minutos tiene grandes beneficios aeróbicos y será importante que mantenga la espalda recta mientras lo haga. Asimismo también en el entorno acuático, es muy interesante y beneficiosa la práctica del aquarobic. Es muy positivo para fortalecer los músculos, sin dañar las articulaciones, así como para el sistema respiratorio. Además, cabe destacar que este tipo de ejercicio normalmente puede realizarse durante todo el embarazo.

El yoga se ha convertido últimamente en una práctica muy común entre las embarazadas. Y es que sirve para tonificar los músculos, aumentar la flexibilidad y lograr una actitud más relajada. Además, los especialistas lo recomiendan especialmente de cara a la preparación al parto, ya que tonifica los músculos del suelo pélvico, muy importantes en dicho momento. Sin embargo, este tipo de ejercicio es importante combinarlo con otro aeróbico más intenso.

También es recomendable andar, ya que haciéndolo a un buen ritmo será muy útil para mejorar el estado cardiovascular sin que esto suponga demasiado esfuerzo ni riesgo. Además, si la mujer solía correr o hacer footing también podrá mantener esta rutina, sin que el embarazo sea un inconveniente. Aun así, habrá que tener en cuenta el estado en el que se encuentra e ir adaptando el ejercicio en función de cómo evolucione su embarazo. Así, durante el primer trimestre será conveniente disminuir el esfuerzo, ya que puede sufrir nauseas o vómitos. En el caso de que ocurriese, habrá que disminuir la velocidad, la distancia a recorrer y también controlar la temperatura corporal. De este modo, durante las primeras doce semanas lo mejor es no correr más de cuatro kilómetros, disminuyéndolos a tres durante el segundo trimestre y no superar los dos en la fase final del embarazo.


Se deben practicar deportes suaves y sin riesgos de caída o golpes


También podrá practicar ejercicios aeróbicos de bajo impacto, evitando excesivos estiramientos y controlando siempre que se aumente la intensidad de forma gradual para no forzar en exceso. Además hay clases indicadas para embarazadas que inciden en aquellos movimientos que permitirán a la mujer estar en forma pero incidiendo en la práctica de movimientos sanos para ella y su pequeño.

En cambio, hay otros deportes que no son recomendados como la equitación, por el riesgo a las caídas, así como otros de contacto, como el baloncesto o fútbol, en los que pueden recibirse golpes de los otros jugadores. Tampoco es conveniente la práctica de judo o taekwondo, por los posibles impactos, así como por los movimientos bruscos.

Aún así, como se indicó al principio será conveniente preguntar a un especialista qué tipo de deporte puede ser más idóneo en ese caso concreto, ya que cada embarazo como cada mujer, es diferente.