¿Cuáles son las señales de alarma durante el embarazo?

Es una de las mayores preocupaciones de la embaraza ¿irá todo bien? Si se trata del primer embarazo cualquier molestia o nueva sensación se analiza al detalle, pensando si será normal o un indicativo de que algo no anda bien. Para estar más tranquila es importante conocer cuáles son las señales claras de que hay algún problema y por tanto hay que acudir al médico.

El embarazo dura nueve meses, a lo largo de ese tiempo las posibles complicaciones van a ser de diversos tipos en función de en que momento de la gestación nos encontremos.


Señales de alarma durante el primer trimestre


Durante el primer trimestre habrá que estar especialmente alerta, este es un momento complicado, el mayor número de abortos se producen en esta etapa.

Es el momento también en el que se forman los órganos del bebé por lo que la madre deberá cuidarse especialmente. En esta etapa cualquier sangrado debe ser estudiado por el médico, es habitual que se produzcan pequeñas pérdidas en esta fase pero si el sangrado es abundante suele ser signo de una complicación mayor.

Es normal que en los primeros meses la mujer esté fatigada, tenga náuseas vómitos y hasta dolores de cabeza, pero si estas molestias son excesivas, hay diarreas, mareos, incapacidad de tomar alimentos, intensos dolores abdominales, contracciones musculares o escalofríos, hay que acudir de inmediato a la consulta. Sobra decir que independientemente del mes de gestación en que se esté, ante estos síntomas siempre habrá que visitar al doctor.

Una vez entrados en el segundo y tercer trimestre el bebé va a ser un buen indicador si algo no va bien. La mujer debe consultar cualquier variación en su estado físico pero también si nota que el bebé se mueve menos o si empieza a sentir contracciones, será el especialista el que valore la situación.


Señales ante las que ir al médico urgentemente


Hay molestias ante las que es mejor acudir cuanto antes al médico, es el caso de fiebre superior a 38 grados, cuando hay molestias o dolor al orinar, si hay calambres fuertes, visión borrosa o inflamación de la cara, las manos o los pies.

No hay que descuidar la parte psicológica que suele ser la gran olvidada. Hay mujeres que pueden experimentar importantes cambios en su personalidad y trastornos emocionales severos ante la maternidad. No es lo habitual pero también se debe tener en cuenta esta área, si la mujer se siente deprimida, irritada o sufre cualquier trastorno que le impide llevar un embarazo emocionalmente sano es importante que se le ayude. En este caso será importante el papel de su entorno directo para evitar patologías más graves.

En general ante cualquier cambio físico o psicológico que se salga de lo habitual lo mejor es no quedarse con la duda y consultar al ginecólogo o la matrona. Su función es también ayudar y orientar a la embarazada por lo que a esta no debe preocuparle resultar pesada, lo importante es resolver sus dudas y prevenir cualquier complicación.