La masturbación en el embarazo. ¿Es segura?

Maternidad y necesidad de sexo no son, ni mucho menos, dos conceptos incompatibles para las mujeres que están esperando un hijo. Si bien en los últimos meses de embarazo, las grandes dimensiones de la barriga pueden hacer que la penetración se vuelva incómoda, las parejas tienen a su alcance otros recursos sexuales que les van a permitir disfrutar del placer sexual.

La masturbación, o autosatisfacción sexual, es una excelente opción para que una pareja siga trabajando su placer, sin tabús.

Hecha en solitario, colabora en el conocimiento del propio cuerpo, y en la relajación, pero no solo eso.

Compartir una masturbación en pareja es una forma de placer mutuo que, además, se convierte en una buena alternativa para romper la monotonía sexual en las ocasiones en que la penetración no es posible, o resulta incómoda.


¿Por qué se masturba una mujer embarazada?


Porque quiere, puede y es normal y natural. Y porque muchas mujeres embarazadas notan como su deseo sexual se incrementa de manera importante. La principal razón de esto es que su zona pélvica recibe más aportación de circulación sanguínea, con lo que su aparato genital es más sensible al sexo. Incluso sus orgasmos son mucho mejores gracias a este proceso.

A esta situación fisiológica, hay que añadir que la barriga va creciendo mes tras mes – con lo que las posturas sexuales son cada vez más complicadas – y que hay parejas que aun tienen en su mente el mito de que la penetración puede dañar al feto. Con todos estos factores en la balanza, no es de extrañar que las estadísticas de los sexólogos indiquen que la masturbación aumenta de manera significativa como práctica sexual para las mujeres que están embarazadas.

De hecho, aunque pocas mujeres lo reconozcan, se calcula que la masturbación durante el segundo trimestre de embarazo es cuarto veces mayor de lo habitual, y en el trimestre final llega a multiplicarse por 9.


El placer de la masturbación


La masturbación tiene indudables efectos positivos para la mujer que está esperando un hijo. Por una parte, le ayuda a seguir, aunque sea sin penetración, con su vida sexual habitual y, además, le permite relajarse de la excitación sexual sobrevenida por su estado fisiológico. Pero no solo eso: los sexólogos indican que la masturbación manual dilata la vagina, lo que sin duda favorecerá a la madre en el momento de dar a luz.

Una embarazada puede buscar el placer en la masturbación de la manera que más le guste, a excepción de mediante el uso de algún juguete sexual. La estimulación manual es una de las mejores opciones para llegar al orgasmo sin correr el peligro de presionar el útero de ninguna manera.

Además de usar la estimulación manual para lograr el placer, una mujer embarazada no puede olvidar nunca que el sexo oral es otra excelente manera de llegar al orgasmo, con la ventaja de que con esta práctica la pareja sigue manteniendo el mismo vínculo que tiene cuando lleva a cabo su vida sexual habitual. Incluso el sexo oral logra los mismos índices de dilatación vaginal que se consigue con la masturbación.