Mitos frecuentes sobre el embarazo

Pese a que vivimos en la sociedad del conocimiento y la información todavía persisten en la sociedad una serie de mitos asociados al embarazo, y es que desde que una mujer queda en estado está expuesta a los ‘consejos de abuela’. Le indican como debe llevar su vida durante esos meses si no quiere que su hijo sea feo, cabezón, tenga un antojo y mil ocurrencias más.

Y es que, aunque la sabiduría popular acierta en algunas ocasiones, cuando la ciencia habla no hay que da pábulo a estas leyendas.


Los consejos de las abuelas son usualmente correctos. Pero a veces son simples mitos.


Uno de los mitos más comunes es que por la forma de la barriga se puede saber si será niño o niña, si está más alta o más baja, es redonda o puntiaguda. No hay ningún estudio que confirme esta teoría. La forma de la barriga de la embarazada depende de sus características físicas, de la forma el útero y de la posición del bebé. En relación al sexo del bebé existen otras teorías, como que si la madre está guapa durante el periodo de gestación será niño o que según sea el latido del corazón será de uno u otro sexo. Esto último tiene algo de cierto, aunque el ritmo del latido depende más de la edad del feto. Si queremos saber con seguridad el sexo el único método fiable es la ecografía.

Muchos de los mitos que circulan tienen que ver con la alimentación. El más común es el de que la embarazada debe comer por dos. Esto es un error, lo que hay que hacer es mejorar la alimentación, incidiendo en la ingesta de proteínas y minerales. También es habitual escuchar que si a una embarazada se le antoja un alimento y no lo ingiere el bebé tendrá una mancha al nacer similar al alimento en cuestión. De nuevo falso, sí que es cierto que a la mujer en estado le cambia el gusto y puede sentir preferencias por uno u otro alimento, pero nada de esto repercute en el feto. Respecto a la alimentación circula la teoría de que si se toman cítricos en el embarazo se cortará la leche materna. Todo lo contrario, es del todo recomendable consumir estos alimentos, especialmente durante el primer trimestre.


Hay mitos sobre el agua, la comida, el sexo, el deporte…


Hay creencias populares durante el embarazo que tienen que ver con el comportamiento y los hábitos de la afectada. Uno de ellos sería que no se puede bañar, pero no hay riesgo de que entre agua, ni nada que pueda infectar al feto por el útero, ya que este está sellado. También se suele decir que no es bueno teñirse el pelo. De nuevo es una teoría errónea, el tinte no puede llegar al feto a través del cuero cabelludo. Habrá que tener cuidado de que este no provoque reacciones alérgicas, por lo que se recomiendan los tintes naturales, pero nada más. Del mismo modo también es falso que realizar deporte durante el embarazo puede provocar el parto, al contrario, practicar ejercicio de forma moderada es muy recomendable. Lo mismo sucede con el sexo, no hay riesgo ni supone un problema para el feto, pese a los mitos que circulan.

Ante los consejos y advertencias lo mejor hacer oídos sordos a aquello sin fundamento, y si todavía nos quedan dudas siempre podremos consultar al especialista.