Prevenir las estrías en el embarazo

Las estrías se producen cuando la piel es sometida a un gran esfuerzo, son una serie de marcas que aparecen normalmente ante los cambios de peso. Las fibras elásticas más frágiles que conforman la piel acaban rompiéndose, creando estas marcas que en principio son de color rojizo para acabar adquiriendo un tono blanquecino.

Las mujeres son muy propensas a padecerlas, pueden aparecer en la pubertad ante los cambios hormonales, pero sobre todo cuando se sufren cambios de peso.

El embarazo es así uno de los momentos más propicios para su aparición. La piel del abdomen se estira hasta el máximo y aunque es muy elástica la rotura de estas fibras suele ser habitual. No solo en el abdomen, las piernas y los glúteos son otras zonas que también aumentan su volumen durante la gestación, favoreciendo la aparición de las antiestéticas estrías.


Prevenir la aparición de las estrías


Prevenirlas no es sencillo, la herencia genética juega un papel muy importante en su aparición, aun así hay una serie de medidas que se pueden tomar para evitar su incidencia. La hidratación es la clave, una piel seca es más frágil y por tanto está peor preparada para aguantar este gran estiramiento que se da en el embarazo. La piel se debe empezar a cuidar desde el primer momento. Existen en el mercado cremas y productos específicos, ricos en colágeno que nutren la piel aumentando su elasticidad. También es bueno utilizar aceites como la rosa mosqueta, muy beneficiosa para mantener la piel en perfectas condiciones.

Pero el uso de productos cosméticos no servirá de mucho si no está acompañado de una adecuada hidratación y alimentación. Tan importante como cuidar la piel por fuera es hacerlo por dentro y para ello el único secreto es una alimentación sana y equilibrada. Es necesario beber agua suficiente, se recomiendan dos litros al día. La piel se renueva constantemente, para favorecer que esta renovación se produzca de la mejor manera posible hay que dotar al organismo de los nutrientes necesarios para ello.


Agua, una buena alimentación y ejercicio físico


Además de agua se necesitan alimentos grasos como el aceite de oliva, que ayudan a mantener la piel tersa y bien estructurada, las frutas y verduras, son también imprescindibles por la cantidad de vitaminas que aportan. La vitamina C en concreto tiene una potente acción antioxidante y está relacionada con la producción de colágeno, necesario para tener una piel tersa y sin arrugas. Minerales y proteínas son también necesarios para que la piel se mantenga en perfecto estado. El hierro es uno de los más destacables, su carencia es la causa de un piel pálida y especialmente importante es su ingesta en la mujer embarazada.

Con una alimentación bien equilibrada y la hidratación necesaria se tiene mucho camino ganado en la prevención de estrías. Pero todavía se puede hacer algo más. Los masajes son un gran aliado en la lucha contra estas marcas. Muchas veces se piensa en ellos como algo para relajarse o para eliminar tensiones, pero hay masajes específicos que actúan sobre la piel y se convierten en todo un tratamiento de belleza. Eliminan las células muertas, reafirman el tono muscular y mejoran y fortalecen la elasticidad de los tejidos, preparándolos así para soportar los cambios del embarazo.