¿Qué es la eclampsia? Causas, riesgos y prevención en el embarazo

Uno de los parámetros que más controlados hay que tener en el embarazo es la tensión arterial. Lo mejor es que esté baja ya que una tensión elevada conlleva complicaciones como la eclampsia, enfermedad que se presenta después de una preeclampsia y que va acompañada también de un excesivo y rápido aumento de peso.

Se trata de una de las complicaciones más graves que pueden darse en un embarazo y se diagnostica cuando una mujer con preeclampsia tiene convulsiones o entra en coma.

Suele ser la evolución del estadio severo, aunque también se puede producir desde una preeclampsia leve. También puede presentarse de forma repentina después de dar a luz.


La eclampsia se presenta en forma de convulsiones y coma


Estas convulsiones no tienen que ver con ninguna afección previa de la mujer ni con problemas cerebrales previos, no hay una causa concreta que ayude a delimitar que mujeres la pueden padecer y cuáles no, aunque sí hay una serie de factores que pueden desarrollar un papel importante como son problemas vasculares, factores cerebrales y del sistema nervioso, el tipo de alimentación y la herencia genética.

El hecho de que se produzca siempre tras una preeclampsia no implica que todas las mujeres con esta enfermedad acaben presentando un cuadro de convulsiones. Aunque hay mujeres que van a presentar mayor riesgo que otras, en concreto las embarazas que presenten exámenes sanguíneos anormales, dolores de cabeza, presión arterial muy alta y cambios en la visión

Además de las crisis epilépticas hay otros síntomas claves en un episodio de eclampsia, como agitación intensa, pérdida de la conciencia y dolores o molestias musculares. Una vez se presente cualquiera de estos síntomas es necesario acudir al médico, si además hay otros como sangrado vaginal de color rojo brillante, cefalea intensa, dolor abdominal intenso en el cuadrante superior derecho, pérdida de la visión, náuseas o vómitos, o si se siente poco o ningún movimiento del bebé, la atención deberá ser urgente e inmediata.


La preeclampsia se presenta antes de la eclampsia


Debido a que las mujeres que padecen eclampsia tienen un cuadro previo de preeclampsia el control médico está asegurado, por lo que los riesgos van a estar mucho más controlados. Este control es necesario ya que entre las complicaciones se encuentra el desprendimiento prematuro de la placenta, el parto prematuro que puede acarrear complicaciones en el bebé y un problema de coagulación de la sangre. La eclampsia además se encuentra entre las causas principales de muerte materna y contribuye de manera importante a la mortalidad perinatal. Por otro lado es un factor de riesgo para la aparición de epilepsia en la vida adulta de los hijos.

La prevención de la eclampsia solo va a ser posible siguiendo los pertinentes controles médicos, gracias a los cuales se detectará si hay hipertensión o cualquier otro factor desencadenante, en lo que respecta a su tratamiento se debe seguir el mismo que para la preeclampsia.

Además de las revisiones médicas la embarazada con antecedentes de tensión alta puede tomar una serie de medidas que eviten agravar esa situación, empezando por vigilar su alimentación.