Que una mujer embarazada note dolor en la zona de su abdomen no tiene porqué significar que ocurre nada grave en el desarrollo de su gestación. En principio, es fácil atribuir estas molestias a que el bebé va creciendo en su vientre y, por lo tanto, presiona algunos órganos a medida que va adquiriendo más volumen.
Si el dolor abdominal responde a estas molestias naturales, desaparece por si solo.
Por el contrario, si se vuelve más intenso, o presenta más síntomas, se recomienda consultar siempre con el médico. Si tiene alguna duda, consulte con su médico en cualquier caso.
Causas más comunes de dolor abdominal
El dolor abdominal más común durante la gestación puede ser causado por diversos factores. Dos de los más habituales son:
– Las alteraciones estomacales: esencialmente, estreñimiento, gases e hinchazón. La revolución hormonal que se sufre durante el embarazo afecta a la digestión, haciéndola más lenta, y al paso de la comida a través del sistema digestivo. Además, también contribuye que el útero presiona en el estómago, y en el recto.
– Las contracciones de Braxton-Hicks son otro motivo para que una embarazada sienta molestias abdominales sin consecuencias importantes. Se trata de contracciones ocasionales en el útero, que deben ser irregulares y cursar sin dolor importante.
Dolor abdominal, signo de problemas importantes
Si el dolor que se siente en la zona abdominal persiste demasiado tiempo, o no se alivia con el cambio de posición o el descanso, hay que consultar con un médico, ya que puede ser síntoma de complicaciones importantes en el embarazo.
Uno de estos problemas puede ser el embarazo extrauterino o ectópico, que tiene lugar cuando el óvulo fecundado se implanta fuera del óvulo, especialmente en la Trompa de Falopio. Los dolores empiezan habitualmente alrededor de la sexta semana, y se acompañan con hemorragias vaginales en diferente grado, dolor en la punta del hombro, mareos y vómitos. Incluso hay quien entra en estado de shock.
El dolor abdominal también puede indicar un aborto espontáneo, aunque acostumbra a ir precedido de hemorragia vaginal. En este caso, el malestar puede ser leve o agudo, y durar solo unos minutos, o persistir en el tiempo.
El dolor en la zona del estómago y el abdomen también puede ser un síntoma de parto prematuro. En este caso, vendrá acompañado de cambios en el flujo vaginal, hemorragias, presión en la zona pélvica, y dolor en la parte baja de la espalda.
Una preeclampsia grave, es decir hipertensión arterial en el embarazo, puede también cursar con un dolor fuerte al tocar la parte superior del abdomen. Además, se acompaña también de otros trastornos como dolores fuertes de cabeza, problemas en la vista, náuseas y vómitos.
Finalmente, destacan como causa importante de dolores abdominales en la mujer embarazada las infecciones urinarias, que hay que tratar para evitar que deriven en una pielonefritis y en un posterior parto prematuro. Además del dolor, presentan síntomas como molestias al orinar y orina turbia, con olor desagradable o con sangre.
Otras causas del dolor abdominal
Existen otras muchas causas que justifican un dolor en la zona del abdomen, y que no están relacionadas de manera directa con el embarazo. Algunas de las más populares son el virus estomacal, la intoxicación alimentaria, o una apendicitis. Las afecciones de la vesícula y del páncreas se relacionan muchas veces con la existencia de cálculos biliares, que son comunes en embarazadas.