El embarazo psicológico y la psicología del embarazo

¿Puede la mente provocar que el vientre crezca, secreción de leche o endurecimiento de mamas sin estar realmente embarazada?. La respuesta por asombrosa que parezca es un rotundo sí.

En muchas ocasiones, observamos que una preocupación sobre el trabajo o un conflicto con nuestra pareja, se traduce al final del día, en tensión craneal y dolor de cabeza.

Este fenómeno se denomina “somatización” y ocurre cuando aparecen o aumentan síntomas orgánicos en respuesta a factores psicológicos o situacionales, son los llamados trastornos somatomorfos.


El embarazo psicológico


El embarazo psicológico o pseudociesis, ocurre cuando una mujer cree estar embarazada sin estarlo realmente. En la mayoría de los casos, existe un deseo desmedido de ser madre que genera la aparición de síntomas y signos orgánicos propios de la gestación.

Las mujeres embarazadas psicológicamente presentan trastornos del ciclo menstrual (ausencia de menstruación), aumento del volumen abdominal, modificaciones en las glándulas mamarias (endurecimiento, secreción leche), sensación subjetiva de movimientos fetales, ablandamiento y aumento del cuello uterino, aumento de peso, náuseas y vómitos.

Este trastorno suele presentarse en mujeres que desean tener un hijo para sentirse jóvenes y productivas o reforzar la unión con su pareja. También ocurre en jóvenes que tienen temor a quedar embarazadas y desarrollan una obsesión al respecto.

El embarazo psicológico puede aparecer también en hombres, aunque con mucha menos frecuencia así como en animales de compañía, especialmente en perros.

Cuando las pruebas médicas detectan que la mujer no está embarazada, y ésta toma conciencia de lo que le ocurre, los síntomas comienzan a desaparecer. El único tratamiento consiste en proporcionar a la mujer una explicación detallada de lo sucedido y acompañarla psicológicamente en su aceptación.

El embarazo es uno de los acontecimientos más trascendentales que puede atravesar una mujer.


¿Cómo afecta psicológicamente el embarazo a la mujer?


La gestación supone un importante cambio en la vida de la mujer, surgen modificaciones hormonales, inmunológicas y de metabolismo para las que no siempre se está preparada.

Durante el primer trimestre aparecen náuseas y vómitos. A nivel psicológico es el momento de aceptar la nueva situación, en muchas ocasiones aparecen ansiedad y trastornos del sueño que provocan una mayor somnolencia durante el día. Esto puede crear desánimo o desmotivación en algunos momentos.

Es muy común escuchar en las mujeres embarazas preocupaciones con temáticas similares: relacionadas con problemas de salud del feto, momento del parto, posibilidad de cesárea o uso de fórceps y su futuro rol de madre. Estas ideas, generan pensamientos rumiantes que angustian y causan ansiedad en la mujer. Conviene expresarlas y consultar los temores que surjan con los profesionales médicos.

Los cambios hormonales también provocan alteraciones en la futura mamá como:

  • Fluctuación en el estado de ánimo (pasar de estar contenta a estar triste)
  • Mayor sensibilidad ( estar más “llorona”)
  • Irritabilidad ( enfadarse con facilidad y sin motivo aparente)

Son alteraciones transitorias que deben normalizarse y canalizarse de la mejor manera.

Una vez pasado el parto, ya con el recién nacido en casa, pueden surgir otras angustias pasajeras relacionadas con la llegada de nuevo miembro, entre ellas destaca la tristeza y estado de ánimo deprimido.

El papel del papa u otros familiares es muy importante, es necesario comprender a la mujer, ser paciente con su estado de ánimo cambiante y luchar juntos por esa pequeña vida que está creciendo en su interior.