Las contracciones Braxton Hicks: ¿qué hacer?

Las contracciones Braxton Hicks se producen en el útero de manera esporádica a partir de la sexta semana de embarazo. Muchas mujeres no las llegan a notar nunca, pero la verdad es que no son realmente perceptibles hasta que se llega a la segunda mitad de la gestación.

Las contracciones Braxton Hicks no se aprecian hasta las últimas semanas de embarazo, que es cuando aparecen de manera más seguida y se pueden llegar a notar, pero en este momento es difícil distinguirlas de las que pueden indicar un parto prematuro.

Por lo tanto, es importante que una mujer embarazada de menos de 37 semanas consulte con un médico si tiene cuatro o más contracciones en una hora y nunca de por supuesto que son del tipo Braxton Hicks.


Evolución de las contracciones Braxton Hicks


Si bien hemos dicho que este tipo de contracciones son indoloras, a medida que se acerca el momento del parto las Braxton Hicks evolucionan y pueden ser más frecuentes e intensas. El motivo es que están ‘preparando’ el cuello del útero para el nacimiento y por eso, poco a poco, lo ablandan e, incluso, llegan a provocar algo de dilatación.

Las contracciones Braxton Hicks que se dan en las últimas semanas previas al parto se conocen como ‘falso parto’ ya que pueden provocar a la embarazada la sensación de que va a dar a luz, por su ritmo e intensidad. Se distinguen de las reales de parto porque no aumentan de manera constante su duración, ni intensidad, y tampoco se hacen más frecuentes.

En el caso de que las contracciones de Braxton Hicks produzcan demasiadas molestias a una mujer cuyo embarazo esté a punto de llegar a término, puede probar a cambiar de posición, darse un baño caliente o relajarse con ejercicios o respiraciones específicas.


Cuándo debe acudir al hospital una mujer con contracciones


Si una embarazada tiene contracciones que se vuelven gradualmente más frecuentes o dolorosas y no ha llegado a la 37 semana de gestación, debe acudir de inmediata al hospital, ya que no se puede asegurar que sean de Braxton Hicks.

Del mismo modo, una embarazada tiene que ir a urgencias si percibe algún posible signo de parto prematuro:

– Dolores abdominales parecidos a los de un cólico menstrual

– Hemorragia vaginal, o pérdidas de sangre

– Cambios en el flujo vaginal, por muy ligeros que sean

– Aumento de la presión en la pelvis, similar a como si el bebé ya estuviera empujando

– Dolor en la parte baja de la espalda que no se haya sentido a lo largo de todo el embarazo.

Estas recomendaciones son válidas hasta la semana 37 de embarazo, que es cuando existe la posibilidad de que se confundan los síntomas de parto prematuro con unas contracciones Braxton Hicks más intensas de lo normal. Hay que recordar que se hacen más ostensibles debido a la evolución normal de un embarazo y del paso a lo que se conoce como ‘preparto’. Es decir, cuando el cuello del útero se prepara para el momento de dar a luz.