Sufrir acidez de estómago es uno de los trastornos más habituales entre las mujeres que están en sus últimos meses de embarazo. Esto se debe a que el útero no deja de crecer, y cada vez más presiona el estómago.
El proceso de digestión se basa en que lo que ingerimos llegue hasta el estómago por el esófago.
Allí, se encuentran con ácidos que ayudan a que se produzca la asimilación de los alimentos, y una pequeña cantidad de estas secreciones vuelve al esófago.
Cuando el útero aprieta el estómago, este sistema no funciona correctamente, y no se produce el retorno de secreciones al esófago. En esto consiste la acidez de estómago, también llamada pirosis.
La prevención de la acidez de estómago
Para una mujer embarazada es prácticamente imposible evitar la acidez de estómago. De todos modos, se pueden tomar algunas precauciones para evitar su incidencia.
Una de las principales cosas que puede hacer una futura madre a la hora de intentar controlar la acidez es evitar estirarse después de comer. De hecho, la posición que adopte será una de las claves , así que es importante que tenga también el cabecero de la cama un poco inclinado.
A la hora de comer, las embarazadas deben evitar alimentos que puedan irritar su sistema digestivo – como los cítricos y el café – , y su digestión se verá favorecida si come poca cantidad, pero varias veces al día. Igualmente, es importante que procuren beber el mínimo líquido posible durante las comidas, ya que esto solo ayuda aun más a revolver su estómago.
La dieta antiácido
Una embarazada debe ser muy consciente de la importancia de su alimentación para controlar los posibles problemas de digestión y acidez, que son habituales a partir del séptimo mes de gestación.
Hay alimentos cuya composición ayuda aun más a alterar el sistema digestivo, como es el caso de los cítricos, o de los vegetales de hoja que se comen crudos: la lechuga es un buen ejemplo de ello. Los dulces de todo tipo y los fritos se convierten también en verdaderas bombas para el correcto funcionamiento del proceso de digestión de una mujer embarazada, así como todas aquellas bebidas que tienen un alto poder irritante, como el café, el te y el chocolate.
Un giro en la dieta que evite los alimentos que hemos mencionado hasta ahora es importante. Así, es importante que la futura madre se acostumbre a tomar leche fría, vegetales cocidos, frutas maduras en compota o crudas, pan blanco – sobretodo tostado – e infusiones de hierbas con leche, mejor sin azúcar. Las comidas pesadas están prohibidas, lo que incluye salsas y fritos.
Cuando acudir al médico
Si, siguiendo estos consejos, una embarazada no logran al menos controlar su acidez de estómago, debe consultar a su médico la posibilidad de tomarse un antiácido, ya que no todos los medicamentos de este tipo están permitidos durante la gestación. De hecho, es importante evitar los que contienen sodio en su fórmula.