Acidez de estómago en el embarazo. ¿Qué hago?

En el último trimestre de gestación, muchas embarazadas sufren acidez o ardor de estómago. El origen de esta molestia es que el útero ya está creciendo tanto que presiona sobre el estómago, lo que hace que el sistema que regula el retorno de los alimentos no funcione de manera correcta.

El proceso normal de digestión empieza cuando el esófago lleva todo lo que se ha ingerido hasta el estómago, y allí se producen secreciones ácidas para ayudar a su digestión.

Un poco de ese ácido pasa habitualmente al esófago a través de una válvula, localizada entre el esófago y el estómago, llamada esfínter esofágico inferior. Esta válvula se abre y se cierra según las necesidades del proceso digestivo.


Consejos para prevenir la acidez


Este proceso falla cuando el jugo gástrico y los enzimas digestivos refluyen de manera repetida hacia el esófago, y producen acidez. Esto es inevitable, pero se pueden tomar una serie de medidas que ayuden a disminuir en todo lo posible las molestias que provoca:

– Cenar al menos 2 horas antes de irse a la cama

– Evitar tumbarse inmediatamente después de comer

– Dormir con la cabecera de la cama elevada, ya que la inclinación ayuda a que el jugo gástrico no salga del estómago.

– No hacer movimientos bruscos después de comer.

– Comer frecuentemente y poca cantidad, repartida en 5 o 6 comidas.

Si con estos consejos no se consigue reducir la acidez es recomendable que se consulte con un médico, ya que una embarazada no puede tomar antiácidos sin prescripción facultativa, debido a sus posibles efectos secundarios.


Causas de la acidez


La acidez de estómago se define por la sensación de ardor que comienza en el estómago y da la sensación de subir por detrás del esternón. En muchas ocasiones, se nota un gusto amargo en la boca, parecido a la sensación de que sube un vómito por la garganta.

Este ardor se produce cuando la válvula que separa el estómago y el esófago se relaja en el momento que no debe. Es decir, se abre y deja pasar los ácidos del estómago cuando debería estar cerrada. Las causas que originan esta relajación son, esencialmente, la ingestión de ciertos medicamentos, el acostarse justo después de comer y el tomar fritos, chocolate, bebidas con cafeína y cebolla, ajo o comidas picantes

Las hormonas que se segregan durante el proceso de gestación también provocan la relajación de los músculos del aparato digestivo, incluyendo la válvula que hemos mencionado anteriormente. Por eso, es más fácil que una mujer embarazada sufra de acidez en el estómago, especialmente en el segundo y tercer trimestre.

Además, hay que tener en cuenta que esta misma acción relajante de las hormonas del embarazo sobre los músculos, también provoca que la comida no se empuje con tanta fuerza hacia el estómago, y que se reduzca el ritmo de la digestión.

En consecuencia, se puede decir que todos los cambios que sufre el cuerpo de una mujer durante los meses de embarazo son los principales responsables de su acidez y de indigestión. Incluso, es posible que tenga la sensación habitual de estar llena, con mucho gas en su aparato digestivo.