Uno de los primeros cambios que nota una mujer al quedarse embarazada es hinchazón, cosquilleo y sensibilidad excesiva de sus senos. Estos cambios se originan porque su cuerpo cada vez segrega una mayor cantidad de hormonas femeninas.
Los senos aumentan de tamaño de manera muy llamativa a lo largo de las primeras seis semanas de embarazo, aunque no paran de crecer – tanto en volumen como en peso – durante todo el primer trimestre.
A medida que crecen los senos, su piel se va estirando y da lugar a que puedan aparecer estrías o sensación de picor.
Además, como llega más sangre a la zona, es posible apreciar, en muchos casos, venas azuladas debajo de la piel.
También aparecen cambios destacables en los pezones y las aureolas, que se vuelven más oscuras y crecen. Incluso aparecen pequeñas irregularidades debajo de las aureolas, que producen una sustancia aceitosa dedicada a evitar que los pezones se resequen.
La secreción de los senos
Alrededor de la semana 12 del embarazo, algunas mujeres perciben la existencia de secreciones en sus senos. La sustancia que aparece se denomina calostro, y es el líquido que nutre al bebé los primeros días después del parto, antes de la producción de leche.
Al principio del embarazo, el calostro es espeso y de color amarillo, y puede salir por si solo o cuando la mujer está sexualmente excitada.
Consejos para aliviar las molestias en los senos
Los médicos no pueden hacer nada para evitar que los senos de una mujer embarazada le produzcan molestias, pero si que ofrecen algunos consejos para aliviarlas tanto como sea posible:
Para empezar, es recomendable llevar un sostén especial para embarazadas, ya que también actúa como un buen soporte de los músculos de la espalda. Asimismo, se puede llevar esta misma prenda para dormir, siempre que sea de algodón suave y no apriete en exceso. Un buen consejo es que a la hora de comprar uno de estos sujetadores se opte por uno de una talla un poco mayor, así los senos tendrán espacio para crecer y será posible ir soltando su cierre, para que se ajuste de manera gradual a su tamaño.
Igualmente, las mujeres que hacen ejercicio necesitan adquirir un sostén deportivo que afirme bien los pechos y que garantice la comodidad, ya que cada vez estarán más pesados.
Si se tienen secreciones de calostro, es recomendable tener una buena higiene, dejar secar los senos al aire y y usar almohadillas protectoras desechables o lavables. Nunca hay que usar jabón para lavarse, ya que reseca la piel de los pezones y de la aureola.
Cambios en pechos con implantes
Si una mujer ha sido operada previamente a su embarazo y se le han implantado prótesis mamarias, notará los mismos cambios que las embarazadas con senos naturales. Es decir, también tendrá más sensibilidad, y sus pezones se volverán más oscuros y más grandes. Eso sí, los expertos señalan que el embarazo puede provocar complicaciones como la rotura del implante o que éste se encapsule, induciendo la aparición de un edema muy doloroso.