Algunas mujeres pueden presentar anomalías en el útero, el lugar donde crece y se desarrolla el bebé. Una de ellas, ocurre cuando se posee un útero con forma normal, que presenta un tabique en su interior, dando lugar a dos cavidades uterinas. Esta malformación congénita es denominada “útero septo o tabicado”.
La formación de éste tabique uterino puede dar lugar a diferentes tipos de “útero septo”:
– útero septo parcial
– útero septo completo , cuando divide totalmente la cavidad uterina en dos partes iguales
– útero septo completo con dos cérvix
En cualquier caso, se trata de la malformación de útero más frecuente en mujeres y a pesar de presentar dificultades obstetricias, con la intervención médica adecuada suele tener buen pronóstico.
¿Por qué se forma ese tabique en la cavidad uterina?
Esta anomalía ocurre en la mujer antes de su nacimiento, durante el periodo embrionario, los conductos de Müller dan lugar al útero, las trompas de Falopio y la parte superior de la vagina.
Un fallo en la fusión de éstos conductos da lugar a varios tipos de malformaciones, entre ellas, el útero septo o tabicado.
Es un defecto congénito frecuente que supone alrededor del 33% de las malformaciones uterinas y que durante muchos años puede pasar desapercibido.
¿Cómo se detecta un útero tabicado?
Si existe obstrucción del flujo menstrual debido a la malformación, pueden darse síntomas en las primeras menstruaciones que lleven a la consulta ginecológica.
En ocasiones, el tabique vaginal es longitudinal y provoca molestias en las relaciones sexuales o al introducir el tampón vaginal.
No obstante, su detección en la mayoría de los casos, se realiza al evaluar a mujeres con abortos repetidos o infertilidad. Las pruebas que se utilizan para su diagnóstico son:
– Ecografía transvaginal: a través de la vagina, mediante la introducción de una sonda
– Histerosalpingografía (HSG) : es una radiografía del útero y las trompas de Falopio para visualizar el interior de las cavidades
¿Qué problemas puede haber en el embarazo a causa del tabique uterino?
Cuando el útero se encuentra dividido, existe riesgo de que el embrión o la placenta se implanten en el tabique. También es frecuente que no exista suficiente espacio para el desarrollo del feto. En estos casos, el útero tabicado está asociado con abortos espontáneos, partos prematuros, muerte fetal y cesárea.
No obstante, se dan casos en los que el embarazo llega a término aunque la peculiaridad del útero y la dificultad para que el bebé se mueva y se coloque adecuadamente, suelen obligar a practicar cesárea.
Tratamiento del útero tabicado
Normalmente, cuando se observa la dificultad de embarazo o abortos previos, se valora la operación del útero tabicado para su corrección. En los últimos tiempos, los profesionales cada vez más defienden la práctica de la intervención como medida preventiva.
La intervención quirúrgica se denomina “resección histeroscópica” y consiste en la sección del tabique uterino. Suele tener unos muy buenos resultados y aumentar la tasa de embarazo a término hasta un 80-90% de los casos.